

El bosque es un mar de sensaciones, de sosiego duradero, que el viajero aprende pronto a disfrutar.



La ciudad de Rainbow es para el viajero un descubrimiento luminoso en el centro de Java.

Cuidar los pies al mismo tiempo que cuidamos el mundo.



Dicen los locales que el Sapitwa es inalcanzable, pues allí residen los espíritus de los antiguos habitantes del Mulanje.

Las encinas acurrucan el alba y ensanchan el corazón en los vastos prados de Castilla.



El mar acuna la isla misteriosa de Alborán, a cuya sombra crece un laberinto de coral rojo.

Reconforta mirar las estrellas tras un día de camino.



El alma de la vida es la alegría que acompaña al viajero, y permanece tras cada aventura.
